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martes, 19 de marzo de 2013

capítulo 12 parte 2


Capítulo 12 (parte 2): Discusiones everywhere
   Estuve toda la noche meditando sobre lo sucedido, pero no obtuve resultados.
   A la mañana siguiente me fui a dar una vuelta por el bosque para intentar despejarme la mente.
   _ (¿Por qué me besó? Ahora, por su culpa me había ilusionado. A lo mejor lo hizo para intentar animarme…)
   Mis pensamientos fueron interrumpidos por algo extraño: Un castillo en ruinas.
   Las piedras estaban cubiertas por musgo y setas, pero no le quitaban belleza. Belleza…
   _ ¡Joli!
   Me había olvidado de Joli. Ella, sin armas, en el bosque donde podría haber un montón de animales peligrosos.
   Fui a buscarla.
   Cuando llegué, Joli estaba con mi espada en las manos mientras permanecía sentada.
   _ ¿¡Dónde has estado!? _me dijo enfadada_ ¡Cuando desperté, ya no estabas!
   Acababa de llorar. Seguía con alguna lágrima en las mejillas.
   _ ¡Estaba preocupada! Además, te habías dejado la espada.

   Me abrazó
   _ ¿Por qué te fuiste?
   _ ¡Por lo de ayer!_ dije enfadado.
   Me senté en el suelo.
   _ ¡No entiendo nada, Joli!
   _ ¿A qué te refieres?
   _ ¿¡A qué!? ¡Ayer me besaste! ¡Me besaste!
   _ Joven…
   _ Dejémoslo.
   _ ¿Qué pasa?
   _ Que quiero explotar.
   _ ¿Por qué?
   _ ¿Por qué me besaste?
   _ Porque te respeto.
   Me crucé de brazos. Suspiré y vi hacia otro lado.
   _ Pues qué manera de respetarme.
   _ ¡Joven! ¡Por favor! ¡Estás haciendo el tonto!
   _ Ah, vale. Ahora soy un tonto.
   _ ¡Si no paras, sí!
   _ ¿¡Y si no quiero parar!?
   Joli se dio la vuelta y se adentró en el bosque.
   _ ¿¡A dónde vas!? ¡Todavía no hemos acabado!
   _ Voy al lago.
   Y se fue.
   _ ¡Espera!
   La seguí desde lejos. En un momento se giró y me escondí detrás de un árbol.
   Se acercó al lago y comenzó a desnudarse. No pude evitar mirarla. Sé que algunos pensarán que soy un cerdo y otros pensarán que eso es muy normal. Yo pensé que era como ver un ángel, y no la vi con lujuria (al principio)
   Se metió en el lago y miró hacia el árbol donde estaba escondido.
   _ Sé que estás ahí._ me dijo.
   No le contesté.
   _ Joven…
   Me asomé un poco.

   _ Siento haberte seguido.
   _ No te preocupes. Baja un momento.
   _ Pero…
   _ Baja.
   _ Bueno, vale.
   Bajé hacia el lago. Joli pareció tranquila.
   _ ¿Qué te pasó antes?
   _ Nada._ dije.
   _ Mentira. ¿Qué pasó?
   No podía creerme que la princesa de la que estaba enamorado estuviera bañándose DESNUDA delante de mí.
   _ Bueno… Cuando dijiste que te ibas a ir y que me echarías de menos… me entristecí porque yo también te echaré de menos.
   Salió del agua y se secó con una manta.
   _ ¿Enserio que fue eso?
   _ Sí.
   Me abrazó. Sentí su cuerpo húmedo mojándome la ropa. Me puse muy rojo, pero le devolví el abrazo igual.
   _ Tengo que enseñarte algo, Joli. Encontré un castillo en ruinas y quiero que lo mires.
   Se vistió mientras la miraba. Luego se hizo el moño.
   _ Llévame allí.
   Nos dirigimos hacia el bosque. Un viento helado nos golpeaba en la cara.
   Cuando llegamos, unas tres personas estaban subidas al castillo. Todos saltaban y arrancaban piedras de ahí.
   _ ¿¡Se puede saber qué hacéis!?_ les dije desde el suelo.

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