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lunes, 17 de diciembre de 2012

capítulo 3


Capítulo 3: De pantano a ciudad
   _ ¡A despertarse!
   Abrí los ojos y vi a Joli delante.
   _ Ag… ¿Qué…?_ vi la posición del Sol_ ¡Pero si es muy pronto!_ y me giré aún en el suelo.
   _ ¿No recuerdas nuestro propósito?
   _ Tu propósito._ dije enfatizando el “tú”.
   _ Vaca.
   _ Mira quien fue a hablar.
   _ ¡Levántate!
   Y no me quedó otra.
   Al siguiente sitio hacia donde ir era, por desgracia, el pantano.
   _ Bueno_ dije_. Aquí continúa el trayecto. Vamos.
   _ ¡Ni de broma! ¡No pienso entrar ahí!

   _ No queda otra.
   _ ¿Y si lo rodeamos?
   _ Tardaríamos mucho más._ se lo pensó un momento _ ¡Tenemos que atravesarlo porque los guardias nos buscan!
   _Aish… ¿Qué más da?
   _ Pues vale, te quedas aquí y yo visitaré a Eik.
   Y mientras entré, ella me acompañó.
   _ Esto es asqueroso.
   _ No es para tanto.
   _ ¿Qué no? ¡Apesta!
   _ No es lo único._  Dije enfadado.

   Hubo un momento de silencio. Solo se escuchaban los cascos de  Perfecto.
   Al cabo de un rato, Joli rompió el silencio.
   _ Me aburro.
   _ Vale.
   _ ¿Falta mucho?
   _ Sí.
   _ ¿Y ahora?
   _También.
   Se pensó que decir.
   _ Tengo hambre.
   _Aún es temprano.
   _Me da igual.
   _ Y a mí.
   _ ¿Hacemos algo?
   _ ¿No ves que estoy conduciendo?
   _ Jo, eres un aburrido.
   _ Gracias.
   Volvió a haber silencio.
   _ ¿Falta mucho?
   No lo contesté.
   _ Me aburro.
   No le contesté.
   _Tengo hambre.
   Me frene. Tenía los nervios crispados.
   Fui hacia un arbusto, cogí bayas comestibles y se las di.
   _ ¿¡Contenta!?
   _ Sí.
   Me subí y continuamos.
   Estuvimos mucho tiempo en silencio, pero…
   _ ¿Falta mucho?
   _ No.
   _ ¿Falta mucho?
   _ No.
   _ ¿Falta mucho?
   _ No.
   _ ¿Falta mucho?
   _ N-o, No.

   _  ¿Fal…?
   _ Como lo digas te tiro del caballo.
   Y dejó de hablar.
   _ ¿Y eso?_ Dijo sin previo aviso.
   _ Creo que es la salida.
   _ ¡Bien! ¡Por fin!
   _ Ya… Yo pienso igual.
   Salimos y abrió su bocaza.
   _ Bueno…_ dijo mientras me bajaba_ ¿No me vas a ayudar?
   _ ¿Qué? ¿En qué?
   _ ¡En bajarme!
   _ Vale...
   Me acerqué al caballo y lo asusté, Perfecto se apoyó en las patas traseras y Joli se cayó.
   _ ¿Te sirve?
   _ Ag. Déjame.
   Continuamos sin hablar. Después de dos horas andando vimos algo a lo lejos. Era una ciudadela.
   Estábamos aun a ¾ partes de llegar a nuestro destino. 

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