Capítulo
2: Eik
_ ¡Nos
están pisando los talones! ¡Ve más deprisa!
_ ¡Lo intento! ¡Este caballo es muy lento!
_ ¡A lo mejor es tu culpa!
_ ¡Si no te gusta, bájate!
_ ¡Ya empezamos!
Les dimos esquinazo a ellos y nos escondimos
detrás de una roca.
_ Menos mal…_suspiró.
_ Huí de la boda.
_ ¿Por qué?
_ No estaba enamorada… Necesito tu ayuda
para llegar a la región Este.
_ ¿¡Qué!?_ dije sorprendido_ ¡Pero si
estamos en la región Oeste! ¿Por qué quieres ir allí?
_ Ahí está Eik.
_ ¿¿Eik??
_ Ah, vale._ dije algo dolorido por dentro.
Y me quedé en silencio.
_ ¿Pasa algo?
_ ¿Eh? No, nada. Será mejor que prosigamos.
Nos espera un gran viaje.
_ De acuerdo. Andamos un poco y acampamos.
Se hace de noche.
_ Bueno, vale.
Llegó la noche.
_ ¡Tengo hambre!_ dijo enfadada_ ¡Dame algo!
_ De acuerdo._ le di un trozo de carne
salada que tenía dentro de la alforja_ Quítale la sal y cocínalo.
_ ¡Ah, no! ¡No pienso cocinar! Nunca lo he
hecho y nunca lo haré.
_ Pero… ¡Yo no te lo voy a cocinar!
_ Pues te quitaré lo que cocines para ti.
Así de fácil.
Al cabo de un rato apareció el grupo de BB,
un estúpido que se mete conmigo.
_ Vaya, vaya… Aquí está mi amigo Joven_ dijo
con aire de superioridad.
_ Hola, Bambi.
_ ¡He dicho que me llames BB!
_ Ya, pero no me apetece, Bambi.
Se tragó sus palabras y se giró hacia Joli.
_ Bueno, bueno… Veo que has conseguido novia,
y parece humana. ¿La has sobornado o secuestrado?
_ Uno: No es mi novia. Dos: Sí, es humana. Y
tres: La acompaño. No la he raptado ni sobornado.
BB echó una mirada rápida hacia nuestra cena
cocinándose.
_ Eh… No.
_ Ya, claro. ¿Y esos dos trozos de carne?
_ ¿Para mí? Se supone que es evidente.
_ Sí, vale. No tienes por qué negarlo. Es
que tú eres afeminado, por eso no me sorprendió.
_ Habla el del nombre de Bambi.
_ Te diré una cosa_ ¿Qué te parece
jugárnosla?
_ ¿A ella?
_ Claro_ le echó una mirada fugaz_ Ya que no
es tu novia, no importa, ¿verdad?
_ No sé…_ recordé lo borde que había sido_
¡De acuerdo!
Cogimos unos palos y… huyeron.
_ ¡Eso! ¡Huid, cobardes!
Pero poco después me di cuenta de que no
huían de mí, si no de un oso que estaba detrás de mí. El oso rugió.
_ Ah…_ dije temblando_ Era eso… un oso…
¡Aaah!
Le tiré un trozo de carne y nos dejó
tranquilos.
_ ¿Por qué no me quieres dar un trozo?_ le
pregunté a Joli más tarde.
_ Fuiste tú el que la tiraste, así que te
fastidias.
Y después tuve esta teoría: Estar con Joli
no es tan genial.
De donde sacó la Sarten? O_o
ResponderEliminareh? pues no se de donde... lo siento! no soy perfecta! (je... perfecto)
ResponderEliminarJa ja es muy bueno ^^ no me esperaba menos de ti ;) jeje
ResponderEliminargracias "ella"
ResponderEliminar